El estiramiento facial endoscópico sirve para reducir los signos del envejecimiento en el rostro y el cuello utilizando diversas técnicas quirúrgicas. Es un procedimiento extenso, complejo pero muy eficaz si buscas resultados permanentes.
En qué consiste la cirugía endoscópica
Es un tipo de cirugía que supone un enfoque alternativo a los procedimientos estéticos estándares con técnicas poco invasivas. Esta cirugía se realiza con pequeñas incisiones a través de las cuáles se introduce un tubo flexible y largo. Este tubo lleva consigo una cámara microscópica que permite al cirujano plástico ver todo el interior del área a tratar. Se pueden hacer más incisiones para abarcar más zonas específicas, aunque no tiene por qué ser necesario.
Este procedimiento de estiramiento facial endoscópico comienza con unas pequeñas incisiones tras la línea del cabello y encima de la oreja. Después se insertan la fibra óptica y la cámara de vídeo en estas incisiones para que el profesional cirujano pueda levantar la piel y los tejidos blandos del rostro. Con esta intervención los músculos del rostro se tensan con una precisión extrema y así se recupera una apariencia más juvenil.
Este tipo de lifting endoscópico preserva el tejido por lo que es la perfecta opción para pacientes desde los 30 a los 50 años que buscan luchar de forma activa contra el envejecimiento.
Beneficios de la cirugía endoscópica
Este tipo de cirugía tiene diversas ventajas como técnica quirúrgica. Se puede acceder a zonas de muy difícil acceso. Los métodos quirúrgicos tradicionales no permiten al cirujano llegar a ciertas partes del rostro y las técnicas endoscópicas permiten el acceso a las líneas de expresión del entrecejo, los pliegues de la nariz y las mejillas. Es una cirugía estética que aporta resultados muy naturales porque consigue una elevación vertical perfecta además de los ajustes horizontales de la cirugía tradicional.
El lifting endoscópico es un procedimiento de gran precisión, ya que junto con la cámara permitirán al cirujano refinar sus técnicas y conseguir ajustes óptimos. Además tras la intervención las cicatrices son mínimas ya que se realizan pequeñas incisiones que quedan muy escondidas y casi no de detectan. Este tipo de lifting facial endoscópico es un tratamiento que requiere menos tiempo que una cirugía estética tradicional.
El postoperatorio es mucho más corto, y además la recuperación es muy rápida ya que al haber menos incisiones, el proceso de sanación se acelera y es menos traumático. Los riesgos de este tipo de intervención son muy reducidos ya que existe una menor probabilidad de desarrollar infecciones, sangrados, entre otros.
El mejor candidato para un estiramiento facial endoscópico
El lifting facial endoscópico es un procedimiento quirúrgico que proporciona resultados estupendos a cualquier paciente. Pero existen circunstancias que son ideales para este tipo de tratamiento. Los mejores candidatos son los que tienen ciertas imperfecciones faciales moderadas resultantes de un exceso de tejido adiposo y una musculatura facial fláccida. Este tipo de pacientes suelen tener líneas visibles alrededor de la nariz, los labios se giran hacia abajo, y las mejillas están caídas. La piel es flexible y sin demasiadas oscilaciones por el paso del tiempo. Esta técnica es perfecta para las edades comprendidas entre los 30 y los 50. El paciente ideal debe tener un buen estado de salud general y no fumar y tener ganas de comprometerse con lo que este tipo de cirugía implica.
Si deseas un cambio de imagen y ver tu rostro más rejuvenecido ponte en manos de un cirujano plástico cualificado que te asesore sobre las ventajas del procedimiento del lifting facial endoscópico. Y verás todo lo que puede hacer por ti.